La locura humana no para de dejarnos estupefactos (ES C)

(Epañol Castellano)
Mensaje de la Confederación de Planetas a la humanidad terrestre

“Zar”, el artefacto atómico más poderoso jamás creado y recién exhibido en Moscú equivale a tres mil bombas de Hiroshima”

Alerta nuclear en Europa: nube de radiación provocada por un accidente en una instalación nuclear en Rusia; los niveles de radioactividad están 986 veces por encima de lo normal”
Dirigimos nuestras palabaras a cada individuo, hombre y mujer, del planeta Tierra para que tomen conciencia de lo que está ocurriendo.
Nuestros emisarios refieren a nuestras comunidades científicas que las nuevas inquietudes de los Guardianes Celestiales en cuanto a vuestra imparable actividad nuclear están totalmente fundadas.
A pesar de nuestras reiteradas advertencias sobre el maléfico arte atómico que estáis persiguiendo, vosotros, impertérritos, seguís fabricando armas cada vez más sofisticadas; armas que tienen la capacidad de aniquilar para siempre la vida en este maravilloso planeta que os fue entregado por la Gracia Celestial con la intención de fomentar su propia evolución cósmica.
Si solo hubieseis escuchado los consejos de nuestros mensajeros enviados en misión a vuestro planeta, muchos de los desastres que afectan actualmente vuestra civilización se habrían podido evitar.
El mundo entero está bajo la amenaza nuclear; esta energía altamente destructiva pone a todas las formas de vida en riesgo de desaparecer debido a:
– la enorme cantidad de deshechos radiactivos-
– los innumerables accidentes en las instalaciones nucleares – muchos de los cuales quedan desconocidos para el público – que ocurren cada vez más frecuentemente.
– la manipulación de elementos radiactivos, como el uranio, empleado en la producción de armas sofisticadas.
– de los experimentos nucleares que todavía se conducen en vuestro planeta.
El ecosistema ha sido gravemente comprometido por muchas generaciones. Esa energía mortífera avanza y penetra vuestro sistema vital a través del aire que respiráis, del agua que bebéis y de la comida que consumaís a diario para alimentar vuestra esencia biológica.
Pese a que la genética intenta resolver los problemas provocados por una polución omnipresente, la energía vital de vuestro cuerpo sufre tremendas solicitaciones negativas que llevan inevitablemente a la aparición de nuevas e incurables enfermedades.
Y cuando la causa de vuestra enfermedad no se debe al nuclear, se debe a todas las sustancias venenosas, como los pesticidas, que se esparcen por todo el globo. Debéis tomar conciencia de esto.
En vuestro planeta, los elementos que al principio originaron la vida, al día de hoy traen muerte: esto se debe a la ignorancia y al insano y absurdo egoísmo de maléficas empresas multinacionales que siguen actuando no solo sin obstáculos sino incluso con la legitimación de los gubiernos mundiales. Es fundamental que toméis conciencia de esto también.
Os advertimos en el pasado y seguimos advirtiéndoos ahora, en la esperanza de que el sentido común prevalga. Los observadores celestiales envíados a vuestro mundo siempre hicieron todo lo que pudieron para iluminar vuestra razón y vuestro corazón, pero, a pesar de nuestra buena voluntad, su obra siempre ha sido obstaculizada y vejada por hombres perdidos y sometidos al mal. Jamás en la historia del ser humano el mal ha tomado tanto control de la ciencia, de la religión, de la política y de la economía global hasta llevar las masas hacia el achatamiento y la disgregación de los valores supremos de la vida.
En los días de antaño, cuando ni siquiera podríais imaginar una situación tan severa, nosotros predijimos deletéreos y funestos acontecimientos que probablemente ocurrirían en vuestro planeta debido a vuestras acciones insanas e irresponsables.
Todo lo que está ocurriendo en vuestro mundo en el presente momento demuestra que toda nuestra aprensión por el decaimiento de la vida en cada uno de sus aspectos, ha sido verídica y fundada. Nuestra intervención, cuyo objetivo apunta a la estabilidad y al reequilibrio de las fuerzas planetarias, ya no posible a causa del proceso degenerativo a nivel psíquico-energético-físico que vosotros empezasteis y que ahora se ha vuelto irreversible.
Recibisteis muchas ofertas de ayuda y también tuvisteis innumerables oportunidades para rectificar vuestra conducta: sin embargo, como siempre y desde siempre, nunca quisisteis escuchar. Ahora, nada se puede evitar pues el Universo requiere justicia para el planeta Tierra y para todas las formas de vida generadas por su amor infinito.
El orgullo que nunca lograsteis domar únicamente os conduce hacia un prepotente egoísmo, hacia el afán de supremacía, conquista, subyugación, odio y abuso.
Este atributo venéfico es lo que os distingue de la gente de las estrellas; es el arbol enfermo que da los malos frutos de vuestra insana humanidad, como vuestra tecnología militar que ahora amenaza con disintegrar los equilibrios cósmicos establecidos por el Creador por el bien y el progreso de la Creación misma.
No os olvidéis de que vuestra conducta nociva afecta negativamente a todo el universo, el mismo universo que alberga vuestra existencia temporal. Por lo tanto, según a la ley de resonancia, muy pronto viviréis las consecuencias de vuestras acciones.
A diferencia de vuestra civilización, en nuestros mundos no se exhiben herramientas de muerte sino más bien todo lo contrario: nosotros promovemos la creación de instrumentos que defiendan el bien, que fomenten el progreso científico y espiritual, que susciten el deseo de participar positivamente en el desarrollo y en la evolución de la vida en cada aspecto de la Creación.
Hombres y mujeres del planeta Tierra: sepáis que a pesar de que la conducta de la mayoría no sea positiva, nosotros no dejamos de expresar nuestra evolución y seguimos amándoos incomensurablemente.
Conocemos muy bien vuestro planeta, nonostros formamos parte de la Confederación de Planetas: somos mensajeros cósmicos que hace miles de años llegaron a la Tierra y establecieron un contacto con algunas de vuestras civilzaciones para compartir con ellas fundamentales conocimientos sobre la lógica del Uno, sobre la vida y sobre la evolución de todo el universo.
Vosotros formáis parte integral del Todo, del Uno, de lo que generalmente definís “Galaxia” o “Dios”. Sepáis que no estáis separados de él: en él, recibís la vida, experimentáis la evolución, encontráis muerte y renacimiento. El sentido de vuestra existencia es servir el Uno Creador para el progreso evolutivo de todo el universo.
Confiamos en que el nivel de una sana y justa conciencia aumente en todos vuestros gobernantes y en cada hombre y mujer que moran en este maravilloso planeta; un planeta que fue creado por el sublime soplo de Dios por el bien de la paz, de la prosperidad, de la evolución fisica y espiritual, y de la eterna felicidad de la familia Humana.
Paz en la Tierra y a los hombres de buena voluntad.
Que de las Esferas Celestes desciendan sobre vosotros nuestras bendiciones y nuestro amor incondicional.
De la Confederación de Planetas a los hermanos del planeta Tierra.

14 de diciembre de 2017, h.15:34

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